El enfermero había pasado de estar en el banquillo a ser titular, me llamaba mucho, estaba muy involucrado conmigo, era como si lleváramos saliendo años. Justo volviendo de una revisión médica me dijo que no quería esperar en su casa (vivía con sus padres) a quedar conmigo cada día: - Quiero vivir contigo, Marina. Yo no me lo esperaba y me dejó algo cortada, me parecía todo muy rápido, pero también llevaba muchos años con una vida lenta, así que dije: - Vente cuando quieras. Me salió tan normal que me extrañé hasta yo, pero lo cierto es que esa noche ya durmió en casa. Como había estado otras veces, sabía dónde encontrar las cosas y bueno, tampoco es de los que se cortan mucho, él se ponía a abrir puertas hasta localizar lo que buscaba.
El sábado por la mañana me despertó un mensaje de móvil (mierda, se me había olvidado quitarle el sonido), era C: ¡Marmotaaa, despierta! hace un sol radiante, hoy tenemos plan: playa playa y playa! llámame.
Ummm, aún no les había contado nada: se había instalado el día antes sobre la marcha y no tuve ocasión de hablar con las niñas para ponerlas al día, tampoco pegaba nada estando él en casa llamarlas para decirles: ey, tías, el enfermero quiere vivir conmigo y ¡se ha mudado hoy!
¿Y ahora qué hago?
Enfermero : - ¿qué pasa?
Yo: - nada, nada, ¿qué tienes pensado hacer hoy?
E: - ¿cómo que qué tengo pensado? Quedarme aquí, contigo, en casa, en pijama...
( ¿¿todo el día aquí en pijama??) Era obvio que tenía que acostumbrarme aún a compartir no solo la casa sino mi tiempo.
Yo: - Ah, es que C me ha escrito para irnos hoy a la playa
E: - genial, pues entonces después de comer quedamos con ella en la playa, ¿no?
A mí no me cuadraba nada... digamos, falta de costumbre. Y encima tenía que buscarme un hueco como fuera para decirle a C que vivía conmigo antes de que nos viera en la playa y lo soltara él.
Yo: - vale, me voy a duchar y la llamaré para ponernos de acuerdo en la hora.
Tras media hora de ducha de mentira (tenía que hacer ruido para hablar con las niñas disimuladamente) ya las tenía a todas al día y después de que me chillaran al oído por la sorpresa y contestara dos o tres preguntas obligadas, se quedaron contentas y yo pude salir del baño que se había convertido en un baño turco con tanto vapor... Evidentemente al plan se unió A también con SuperA y B yo creo que no se vino porque no quedaban aves disponibles jajaja.
Y el lunes, teléfono de nuevo: ¡entrevista de trabajo! les dije que podía ir esa misma mañana. Así que apañé como pude y fui super nerviosa. La oficina era muy pachanguera, cada uno tenía su "decoración" particular lo que me hizo relajarme algo más al entrar y totalmente (casi) cuando vi al jefe; un señor mayor que me dijo:
- Mira, Marina, yo no te voy a hacer perder el tiempo, nosotros estamos algo torpes, los técnicos trabajan bien y tenemos controladas las instalaciones que hacemos así como los contactos con las empresas grandes y nuestros clientes, pero con los papeles nos llevamos cada vez peor. Mucho trámite, después hay que archivar y esto es un jaleo. ¿Tú quieres trabajar aquí? ¿Crees que lo harías bien?
- Señor, yo he trabajado varios años (como puede ver en mi cv) en una empresa llevando contabilidad y el trámite y documentación son algo habitual para mí, además, en los últimos tiempos estuve cuidando a unos niños y obligatoriamente necesitas ser organizada para sobrevivir, así que no sé cómo de bien lo haría, pero soy trabajadora y me esfuerzo.
- Pues muy bien... ¿los niños son tuyos?
- No, señor, yo soy soltera, trabajaba de cuidadora de tres niños entre 15 meses y 5 años.
- Ahh, estupendo, uuuy yo tengo dos nietos y ¡son más malos que un rayo!
(Pero esta ¿qué tipo de entrevista es?¿me ha traído para charlar? a ver si se hincha de hablar y después me dice "ya te llamaremos"...)
- Bueno, ¿por dónde íbamos?
- Que creo que trabajaría bien aquí...
- Bueno, pues escoge tu mesa y coloca tus cosas que empezamos bien la semana.
¡Y tan bien! nunca había tenido una entrevista más surrealista.
La oficina es muy muy peculiar, siempre hay sorpresas (aún busco, a día de hoy, la cámara oculta por si la hubiese)
Tras media hora de ducha de mentira (tenía que hacer ruido para hablar con las niñas disimuladamente) ya las tenía a todas al día y después de que me chillaran al oído por la sorpresa y contestara dos o tres preguntas obligadas, se quedaron contentas y yo pude salir del baño que se había convertido en un baño turco con tanto vapor... Evidentemente al plan se unió A también con SuperA y B yo creo que no se vino porque no quedaban aves disponibles jajaja.
Y el lunes, teléfono de nuevo: ¡entrevista de trabajo! les dije que podía ir esa misma mañana. Así que apañé como pude y fui super nerviosa. La oficina era muy pachanguera, cada uno tenía su "decoración" particular lo que me hizo relajarme algo más al entrar y totalmente (casi) cuando vi al jefe; un señor mayor que me dijo:
- Mira, Marina, yo no te voy a hacer perder el tiempo, nosotros estamos algo torpes, los técnicos trabajan bien y tenemos controladas las instalaciones que hacemos así como los contactos con las empresas grandes y nuestros clientes, pero con los papeles nos llevamos cada vez peor. Mucho trámite, después hay que archivar y esto es un jaleo. ¿Tú quieres trabajar aquí? ¿Crees que lo harías bien?
- Señor, yo he trabajado varios años (como puede ver en mi cv) en una empresa llevando contabilidad y el trámite y documentación son algo habitual para mí, además, en los últimos tiempos estuve cuidando a unos niños y obligatoriamente necesitas ser organizada para sobrevivir, así que no sé cómo de bien lo haría, pero soy trabajadora y me esfuerzo.
- Pues muy bien... ¿los niños son tuyos?
- No, señor, yo soy soltera, trabajaba de cuidadora de tres niños entre 15 meses y 5 años.
- Ahh, estupendo, uuuy yo tengo dos nietos y ¡son más malos que un rayo!
(Pero esta ¿qué tipo de entrevista es?¿me ha traído para charlar? a ver si se hincha de hablar y después me dice "ya te llamaremos"...)
- Bueno, ¿por dónde íbamos?
- Que creo que trabajaría bien aquí...
- Bueno, pues escoge tu mesa y coloca tus cosas que empezamos bien la semana.
¡Y tan bien! nunca había tenido una entrevista más surrealista.
La oficina es muy muy peculiar, siempre hay sorpresas (aún busco, a día de hoy, la cámara oculta por si la hubiese)
Bff, que intriga!!!!!!!! ¿Cómo vas con él? Es un gustazo leer este blog.
ResponderEliminar