martes, 28 de diciembre de 2010

No es una inocentada

Escribo porque lo necesito, aunque en realidad no tengo ganas. Tengo la mente vacía, no puedo pensar en nada, me duelen los ojos. Ha muerto mi padre.

La Nochebuena pintaba bien: iba a ir a cenar con la familia de mis jefes. Me puse el vestido que me había comprado con A para Fin de Año (total, nadie iba a saber que repetiría) me maquillé con los potingues que B se ha traído para las Navidades y canté desgañitada las antiguas canciones de Seguridad Social. La cena de mis jefes parecía de revista, hasta la casa se veía más grande. Vinieron hermanos y sobrinos y nos juntamos 25 personas. Cuando nos íbamos a sentar, comentaron como anecdótico que fuéramos 25, que era el número perfecto para Navidad. La cena transcurrió muy amena y divertida: los niños más mayores tenían 7 años y sus razonamientos ingenuos salpicaban nuestras graciosas conversaciones de adultos todas centradas en monólogos y chistes. Cuando íbamos a empezar el segundo plato, Miguel me traía mi móvil sonando. No conocía el número, pero pensaba que sería alguien conocido para felicitar. Era mi hermano: iban para el hospital, mi padre había muerto tras sufrir un infarto mientras conducía y atropellado mortalmente con el coche a dos chicos borrachos que cruzaban en ese momento. El sorbo de vino blanco que hace unos minutos alababa me estaba abrasando la garganta, me entró un frío que me recorrió toda la columna vertebral y mi cara era un poema...

Ya no recuerdo nada más, sólo que pasé Nochebuena en el tanatorio, que tuvimos que encontrarnos en el hospital con las familias de los chicos fallecidos, que tuvieron que separarnos porque nos gritaban insultos... ha sido todo horrible. Es que hasta para morirse lió el follón, en Nochebuena, matando a dos chicos, el coche que se acababan de comprar (no tenía ni idea) ha quedado para hacer chapas de cerveza y encima, aguantar las tensiones y miradas asesinas entre mi madre y la actual mujer de mi padre, mi madre sin parar de criticar, el frío que pasamos esa noche, tener que decidir todo sobre el funeral, además de hacer cuentas porque (qué raro) no pagaba el seguro de vida y de un momento para otro tuvimos que reunir dinero (la viuda dice que no tiene dinero, que estaban pagando el coche nuevo y que acababan de comprarse una pantalla plana para Reyes y se han "regalado" un viaje a Jamaica para el próximo San Valentín) Todo me daba vueltas, mi madre quejándose de que ella no tenía dinero y menos para perderlo en enterrarlo, mi hermano diciendo que él tampoco tiene... mira, un asco todo. Sólo tenía ganas de salir corriendo y olvidarme de todo.

Antes del 24 quedé con mi ex, ya os lo contaré en cuanto pueda, ahora sólo quería deciros que estoy agotada, cansada psicológicamente, cabreada porque hace años que ellos (mis padres y mi hermano) no sólo no hacen más fácil mi vida, sino que han dejado claro que yo formaba parte de la familia sólo para cuando están metidos en problemas. Cuando tengo mi vida encauzada vienen como un ciclón destrozándolo todo y marchándose como si nada. Así se ha quedado mi vida: devastada. 

3 comentarios:

  1. Ufff!! Niña, pobrecita tú!!

    Vaya Nochebuena que has pasado!!

    No se me ocurre nada que decirte salvo que mucho ánimo y mucha fuerza.

    Un beso grande

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  2. Paso de nuevo por aquí para preguntarte cómo estás ahora que ya han pasado un par de días.

    Te diría que te deseo un feliz año nuevo (y te lo deseo de veras), pero sé que cuando uno lo está pasando mal este tipo de comentarios parece que aún duelen más que si no nos dicen nada. Por tanto, lo único que te voy a decir es que espero que pases estos días tan señalados de la mejor manera posible y que espero que no te dejen sola las personas con las que realmente te sientas bien (si no son tu familia por lo que has contado, que sean tus amigas o quien sea, pero que no te dejen sola... aunque estoy segura que no lo harán).

    Un beso fuerte y mucho ánimo, guapa

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  3. Mer no sabes hasta que punto te agradezco tus comentarios y tu apoyo. Me sorprende que escribiendo desde mi ordenador consiga que alguien que no conozco se preocupe por mí. Eres maravillosa, muchas gracias por estar ahí. Te deseo un 2011 precioso y que se cumplan todos tus proyectos.

    Un besito,

    Marina

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