miércoles, 12 de enero de 2011

Yo a mi ritmo

No pensaba que a Miguel fuera a gustarle tanto el micrófono de Reyes. Su padre le ha bajado un par de discos de canciones infantiles y esta mañana hemos estado bailando y cantando él, Ana y yo. Después dibujamos y esta tarde, ya con Marcos en casa, han escrito y hemos leído un cuento. 

Ya os comenté que mi jefa prefiere esperar a que los niños tengan al menos cuatro años para que vayan al colegio, antes quiere que estén en casa: fuera guarderías. A mí me chocaba, siempre he pensado que sobre los 3 años los niños desarrollan su sociabilidad y encontrarse con más personitas de su edad les ayuda a reforzar su carácter. Mi jefa leyó varios libros en los embarazos de psicólogos infantiles y demás especialistas y los sigue a rajatabla. En ellos vienen a resumir que si durante los 3- 4 primeros años de vida, los niños crecen en su casa, su entorno y su familia crean unos vínculos afectivos más fuertes, refuerzan su personalidad sin sentirse amenazados por influencias externas y cuando van al colegio, no se dejan influenciar y son más fieles a ellos mismos. Yo creo que el hecho de que mi jefa y sus hermanos (son seis en total) estuvieran internados desde muy pequeños hizo que no pudieran disfrutar de muchas cosas juntos y ella quiere evitar esas carencias, supongo. Al principio me impactó (por otro lado, si los niños fueran tan pronto al cole, yo me quedaría sin trabajo, claro) pero hay organizados y estipulados una serie de "calendarios de madurez natural en la infancia" a través de los cuales, según llegado el momento reforzamos ciertos estímulos en los niños. Con Marcos no sé hasta que punto puedo comprobarlo, pero con Miguel está funcionando todo. 

Hoy a última hora, tras el cuento, me pedían una película de sueño (quiere decir que querían dormirse con ella) así que los hemos bañado todo lo rápido que se puede bañar a un niño con muñequitos hinchables y no ha hecho falta ni la peli, han caído todos rendidos.

Saliendo de la casa me llama A:

- ¡perrilla! ¿qué pasa? como no te llame yo, tú pasando, ¿no?
- uff, tía, ¡si tú supieras! no te lo vas a creer...
- ¡¡nooo!! ¿qué pasó?
- mi madre se presentó el lunes en mi casa, le han embargado el piso en el que yo creía que estaba de alquiler, pero no, lo había hipotecado con mi padre de avalista
- ¿¿qué?? Pero...
- Sí, sí, sí todo lo que vas a preguntar ahora también lo pregunté yo con el mismo tono de voz...
- Una historia muy rocambolesca, se quedó en mi casa echándome en cara que ella estaba en la calle y yo vivía de lujo y el martes se largó por la mañana y ya no supe más de ella. La he llamado como 15 veces, pero no me contesta
- Yo creo que si escribes tu vida por capítulos nadie pensaría que son hechos reales. Tía, lo de tu madre es muy fuerte. ¿Qué pasa, que cuando volvió del crucero estaba en la calle?
- No no, lleva meses sin pagar "por la crisis" pero se ha ido de crucero porque estaba "estresada y lo necesitaba"
- No me cuentes más, no me encuentro con capacidad para procesar todo esto. Qué fuerrrrte. Tu madre no puede estar bien psicológicamente, de verdad, yo creo que cuando vuestros padres se separaron ella empezó a desarrollar ciertas patologías psicológicas que, como no se ha tratado, han desvirtuado tanto que hace que se comporte así.
- Seguro...
- Oye, perdona, que tampoco querría ofenderte, al fin y al cabo, es tu madre...
- Naaa, tranquila, mujer, si tienes toda la razón y más. Yo también he pensado cosas muy fuertes sobre ella.
- ¿Sabes algo de B? Porque yo la he llamado, pero nada. A C me la he cruzado esta mañana por la calle.
- Nop, me ha llegado una alerta al móvil de que me había escrito algo por Facebook, pero vamos, poca cosa... No sé porqué me da a mí que tú estás muy nerviosa...
- Eh... qué va, mujer, estoy como siempre...
- A, escucho tu voz a diario, así que a mí no me engañas, y no pienses que por lo de mi madre no estoy en condiciones de escucharte.
- Si no es nada, es sólo ¡que soy tonta!
- Jajajajajaja, ya! sobre todo tonta. Mira niña, podrás ser lo que quieras, pero eres muy lista y muy guapa también
- Con amigas como tú, normal que me salgan enemigos, ¡soy la envidia del mundo! Estoy decepcionada con los padres de SuperA, Marina. Sabes que estas vacaciones me he esforzado en estar pendiente de todos, con la ilusión que les mandé las tarjetas de Navidad y les busqué los regalos a mis suegros...
- Son muy raros, cariño, tú eres más que estupenda y sólo hay que ver la cara de felicidad que tiene SuperA contigo, lo mimas con ganas y no hay nadie que le preste más atención y que le quieras más que tú. Y además, tus suegros no son tontos, han visto que eres cariñosa con todos, culta, educada y con buen corazón. Eso se nota.
- ¿Y de qué me sirve? Mi madre me ha dicho que vaya a lo mío y ya está, que siempre me desvivo por regalarles y que ellos en estos 3 años no me han dado ni las gracias...
- Bueno, eso es verdad. Sí que son secos los jodíos... pero ¡son así con todos, no sólo contigo!
- Ya, ya lo sé, pero yo estoy cansada de querer preocuparme por todos y que todo sea del agrado de los demás. Se han pasado todas las Navidades sin un triste adorno, cenando solos y con las caras hasta el suelo porque "la Navidad es muy deprimente" no han hecho el más mínimo esfuerzo por ser amables ya no conmigo, ¡sino con su hijo que se pasa medio año en la otra punta de España! me duele mucho. El es muy bueno y quiere mucho a sus padres, de los cuatro hermanos es el 2º que está más lejos y el que visita a sus padres más a menudo. No nos hemos perdido un cumpleaños o una fecha importante en su casa, aún haciendo cientos de kilómetros para un fin de semana...
- Mira, cariño, sólo tienes que fijarte en mí: cada uno va a su bola, el sentimiento es de uno, pero los demás no tienen sensación de familia. Tu madre tiene razón: ¡al carajo! ya está bien de tener tantas contemplaciones con todos, tú a lo tuyo. respira hondo y di: "yo a mi ritmo" y PUN-TO.

- Vale... Muchas gracias y perdona Marina que te dé la brasa con mis tonterías con lo que tú tienes encima...
- A, tú estás siempre ahí, siempre siempre, estáis todas cuando os necesito, pero tú estás siempre. Así que no me des las gracias porque yo tengo horas de teléfono para agradecerte...

Hemos quedado para mañana. Vamos a ir a las rebajas, pero "sólo para mirar" ninguna estamos en situación de gastarnos un euro y ella, encima, es cierto que sin tener mucho disponible, no se mira en los regalos para los bordes de los suegros. Qué tacaños y secos que son... Cuando yo tenga un novio, espero que no me toquen como los de ella, ¡porque lloraría sangre!

¿Cómo son vuestros suegros? ¿habéis tenido suerte?

1 comentario:

  1. La familia del que fue mi pareja durante tantos años era de lo más especialita. Nada que yo hiciera era suficiente y llega un momento que eso te agota psicológicamente.

    Pero bueno, cada uno sabe si hace bien o no y si se porta bien o no con los demás. Que los demás sepan verlo o agradecerlo, eso ya no está en nuestras manos ni podemos hacer nada por cambiarlo, así que, como tú dices: "a nuestro ritmo"

    Un besote y mucho ánimo, Marina, guapa

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