viernes, 16 de diciembre de 2011

Agosto 2011

Con tantas noticias bomba el calor insoportable que sufrimos en agosto ni lo noté. El trabajo en la empresa me resultaba cómodo, pero no me veía toda la vida ahí. Seguía echando de menos a mis niños, supongo que el mes que llevaban en Bilbao de vacaciones se notaba bastante aún con un verano de no parar. A final de mes bautizaban a Bruno (temía que el niño se fuera a derretir) así que contaba los días para que "llegaran" antes. Y una de las noches que no podía dormir por el calor, me desperté pensando que estaba a tiempo para enterarme de los plazos y matricularme de Educación Infantil y si ahorraba lo suficiente, con el tiempo, ¡podría poner una guardería! A medida que me emocionaba, me surgían más ideas y más me alejaba del sueño reparador que necesitaba, pero mi sonrisa era imborrable. 

B había agotado ya todas las vacaciones de verano y estaba de vuelta en el trabajo, así que vinieron A y C a mi casa custodiando dos tarrinas grandes de helado. Nos hicimos batidos (por la impresión de que engordamos menos) pero C estaba muy muy rara, A y yo nos miramos varias veces preguntándonos qué mosca le había picado, pero no terminábamos de estar seguras de preguntarle, así que pasé a contarles    que el enfermero tenía pensado llevarme esa noche a cenar a un sitio super romántico según él. Las niñas me preguntaron si estaba feliz, porque ellas me veían tranquila, pero tampoco entusiasmada en exceso. Debo reconocer que me ofendió un poco la opinión que tenían, pero acabé reconociendo de que estaba a gusto, me gustaba estar con él, me sentía bien. Reconozco que la primera imperfecta soy yo, pero digamos que de una hipotética lista de cualidades para mi hombre ideal, al enfermero le faltaban unas cuantas. Pero oye, hay que aceptar a cada uno como es y, aunque empezaba a resultarme un coñazo tener que limpiar todos los días el cuarto de baño por la cantidad de pelos que suelta y poner lavadoras prácticamente con calcetines y ropa interior suya, me sentía bien, acompañada. Era la primera vez que no estaba sola desde que C y yo dejamos de vivir juntas.

Cuando la conversación parecía girar otra vez a preguntar qué le pasaba a C, apareció el enfermero y ya no pudimos seguir preguntando. ¡Se nos había hecho muy tarde! y yo quería ponerme mona (o al menos intentarlo) para la famosa cena, así que las chicas salieron disparadas y yo me puse manos a la obra. El caso es que la cena fue un poco chofff, me había estado vendiendo la moto de que era un restaurante  romántico y ya os podéis imaginar mi cara cuando entramos a un Foster Hollywood... Se me fue toda la emoción ¿esto es lo que entiende él como romántico? Y él, dándose unos aires con la pepsi ilimitada que parecía aquello vino del bueno, vamos. En fin, fue un poco raro todo porque a mitad de la cena me pregunta:
El: - ¿tú y tus amigas pasáis mucho tiempo juntas, no?
Yo: - bueno, tampoco tanto
El: -¡hombre, si llegáis a pasar más tiempo juntas se quedan a dormir!
Yo:- tampoco pasaría nada si se quedan, ¿no? de todas formas cada una tiene su casa
El:- está claro, pero vamos, es que veo que estás con ellas que no cagas...
Y entre la cena "romántica" en el Foster rodeada de adolescentes y estas tonterías estaba a punto de tirarle a la cara unas alitas de pollo.
Yo:- pero a ver ¿cuál es el problema? ¿te caen mal? No es que esté con ellas que no cago, es que son mi familia, las que están ahí siempre. Tú tienes la suerte de que cuentas con tus padres y yo, afortunadamente las tengo a ellas. Tú hablas con tu madre todos los días y yo no te digo nada a mí me parece bien.
El: - ¿que insinúas?
Yo: - ¿ein? ¿insinuar de qué?
El:- mira, mejor vamos a dejarlo ya...
¡Hay que joderse! vamos a dejarlo ya dice el amigo. ¡Me tenía frita!
Cuando llegamos, yo me fui a darme un baño y cuando salí, él estaba roncando a pierna suelta...
A la mañana siguiente, me desperté a las mil, completamente desorientada y los pelos pegados del sudor. Cuando miro la hora ¡la una del mediodía! ¡Qué manera de dormir! El enfermero no estaba en casa, me costó un poco darme cuenta porque estuve andando como las borrachas y medio dormida. Qué raro, tenía el día libre, habría ido a comprar pan... Las dos, dos y media... ¿se habrá ido a casa de su madre a comer? no me ha dejado nota ni nada. Le llamo al móvil
Yo: -¡Hola, buenos días tardes ya! jaja
El:- Hola (leedlo lo más borde que podáis)
Yo: - ¿va todo bien? ¿vienes a comer?
El: - Estoy perfectamente. Ya he comido.
Yo:- Ahm...
Silencio
Más silencio
El:- tengo que colgar, ¿vale?
¿?
Yo:- Esto... bueno, pues hasta luego.
Me quedé pilladísima. Al rato me llama C con muy mala voz y se vino a casa. Me enteré de todo: ¡¡¡¡estaba embarazada del tío del anuncio de Axe!!!! Muerta me quedé como ella, pobrecita.
C: - Tía, te lo juro que nos líamos un montón de veces pero... "del todo" una sola vez que nos quedamos solos en el pub y nos bebimos hasta el agua de los floreros, pero es que el tío es un imbécil y yo, te lo juro...me quiero morir. No tengo dinero para abortar, pero ¿cómo voy a tener un bebé? sé que es muy inmaduro decir esto si te acuestas con alguien sin protección, pero es que ni me enteré prácticamente y sería muy irresponsable criar a un bebé en mi situación. No tiene culpa el niño de nada como para llevar una vida tan chunga, ¡que no tengo más que para pagar el alquiler!
Yo:- bueno, vamos a ver, cálmate. ¿De cuánto estás?
C: no llego a dos meses, pero Marina, tengo que pensar lo que sea ¡ya!

Nos tiramos las dos en la cama, mirando hacia el techo sin poder pensar en nada, porque claro, soluciones al problema sólo había dos y estaba claro que ninguna de las dos era buena idea del todo. A esto que me da por abrir mi armario y veo que el enfermero se ha llevado toooda la ropa. No dejó ni rastro. Interrogante de nuevo, así que le mandé un mensaje ¿estás bien? tengo la impresión de que ha pasado algo y no me he enterado aún.Besos, Marina.Tardó como 2 horas más en contestar el mensaje y a mi se me iban a caer los ojos de mirar tan fijamente la pantalla del móvil. Cuando ya no contaba con una respuesta, recibo ésto: Mira Marina, ha estado bien. Pero nada más. Yo necesito una vida más seria, ¿entiendes? será mejor dejarlo así

¿Así?, ¿Así cómo? ¿Una vida más seria de qué? ¡Si no sabe ni untarse las tostadas! Llevaba dos meses en casa sin aportar ni un duro, que no es lo peor, sino que encima no limpiaba, ni lavaba, ni cocinaba y yo hasta le hacía la colada de sus estúpidos calzoncillos de Kukuxumusu de los cojo***. ¡Joder con el tonto éste! ¿ha estado bien? no lo diría por la cena del Foster porque me sentía una anciana rodeada de párvulos... No entendía nada.

Sacamos lo que quedaba de helado y nos quedamos dormidas durante el atracón. 
Y si nos quedaba algo de empacho, a la noche siguiente fui ya compuesta y sin novio a una cena marroquí que organizaron A y SuperA y justo antes de llegar a los postres, deciden hacer un brindis y A empieza a hacerle señas a SuperA a ésto C y yo nos miramos con los ojos como platos pensando o niño o boda, o niño o boda. Pues no, no acertamos: en un mes se iban del país, se mudaban a Suiza. 

Yo ya no sé si era del atracón de helado de la noche antes, del susto de C en el cuerpo, de mi vacío existencial por el plantón del enfermero o por la noticia en sí, que no pude probar nada más. Es más, creo que ni hablé. Y en el bautizo del pequeño Bruno en el que sudamos más que en Cayo Coco, me pasé toda la tarde en modo "estoy en otro mundo" se nota hasta en las fotos, que salen casi desenfocadas, qué desastre. 

Pues sí, si tengo que definirlo, agosto fue un mes repleto de sorpresas.

4 comentarios:

  1. Estoy ansiosa por saber como sigue!!!!

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  2. Bienvenida de vuelta, Marina!!

    Sí que has tenido un 2011 intenso, sí. Bueno, espero que ya estés recuperada del todo (todo lo posible, me refiero) de tu perforación intestinal y que poco a poco todo se haya ido poniendo en su sitio en los meses de 2011 que aún te faltan por contarnos.

    Un beso y Felices Fiestas!!

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  3. Mer!!! Qué alegría verte por aquí!! no sabía cómo localizarte ni si volverías a entrar! ¿Cómo estás?
    De mis tripitas (como yo le digo) tengo mis días y ya tengo que cuidarme obligatoriamente, pero no estoy mal, la verdad.
    Un besito

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  4. Hola, guapa!!

    Pues ya ves que sí, que entraba de vez en cuando para ver si había algo nuevo.

    Para mí, los dos últimos años no han sido tampoco buenos, pero hay que ser optimista y pensar que el 2012 será mejor.

    Me alegro que ya estés mejor. Debiste pasarlo realmente mal por lo que cuentas.

    Un beso

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